Hablando el otro día con Laura, me recordó una anécdota de abuelita que ocurrió en Palmar Sur, cuando ella se encontraba pasando una temporada en la casa de tío Laureano y Tía Elsie.
Resulta que un domingo les agarró tarde para la Misa, así que Tía Elsie, quien no era precisamente
la mejor de las choferas, decidió coger el carro para llegar a tiempo.
Tía estaba aprendiendo a manejar, así que ya se pondrán imaginar la escena.
En el agite del momento, tía le dice a abuelita que se suba al carro, así que ella obedece , pero no
había terminado ni de cerrar la puerta, cuando tía Elsie arrancó y abuelita se quedó
con una pierna afuera. Entonces abuelita comenzó a pegar gritos repitiendo:
¡PUTO PUTO PUTO!.
Por suerte, tía acató a frenar y la única consecuencia de ese inolvidable domingo sobre ruedas
fue el acostumbrado ataque de risa que vino después.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
jajajajajaja que graciosooo!!!
ResponderEliminar