Nos recuerda Peggy otra anécdota vacilona da abuelita.
"En una oportunidad, abuelita fue a Turbo, donde mi papá era Gerente General de la United Fruit Company. Tenían una casa muy linda entre árboles de todo tipo y muchos animales y a abuelita le encantaba ir. Mi papá tenía algunos amigos jugadores de ajedrez que iban algunas tardes a jugar. Había un señor que siempre ganaba y era muy prepotente y rajón. Mi papá trataba por todos los medios que jugara con abuelita pero él despreciaba la invitación diciendo que a las mujeres les daba paliza.
Un día mi papá lo invitó a la casa a jugar pero había dicho en la oficina, que a una hora específica lo llamaran a la casa y dijeran que lo necesitaban urgente.
Así se hizo, cuando mi papá estaba empezando el juego con el señor, lo llamaron y mi papá se disculpó diciendo que tenía que ausentarse por un rato y que mi abuelita continuaría mientras volvía.
La paliza que le dio abuelita fue memorable y quedó tan enchilado que frecuentemente iba a jugar con ella. Nunca le pudo ganar
En otra oportunidad, cuando mis papás vivían en la finca en Heredia, tío Coqui le llevó un computador de ajedrez a abuelita para que jugara. Abuelita empezó ganándole a la máquina, pero cuando ya llegó a un nivel muy alto, la máquina le comió un alfil que ella no esperó y la cogió por sorpresa. Cuando en eso se oye a abuelita furiosa, peleando con la máquina: “Tramposo, no tenía por qué comerse ese alfil, juegue limpio”.
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